La transformación de un vehículo convencional a eléctrico consiste básicamente en modificar el sistema de propulsión y combustible del vehículo. Se extrae el motor de combustión interna junto con su sistema de enfriamiento, sistema de escape de gases y sistema de combustible, para ser remplazados por un motor eléctrico, un banco de baterías y cierto componentes eléctricos. Aprovechando toda la ingeniera detrás del sistema del tren motriz original de vehículo, se adapta el motor a la caja de cambios original, se incorpora el banco de baterías, que determinara la autonomía del vehículo, y finalmente se agregan algunos componentes eléctricos, que mantienen el control y la seguridad del sistema. El resultado del proceso es un vehículo cero emisión capaz de desplazarse solamente con energía eléctrica.
Tomás Sanchez
CEO - EVSouth